Cuando meterla es cuestión de fe...
El Barça no encuentra la pólvora. Los de Rijkaard han necesitado dos goles de Henry en cuatro partidos de Copa para conseguir llegar a semifinales.
Golito del francés en Sevilla y empate a cero en el Camp Nou; empate a cero en Villarreal y golito del galo en Can Barça. Un bagaje como mínimo preocupante para un equipo construido teóricamente para meter goles.
Sin Eto'o -haciendo de las suyas por Africa- ni Messi, ni Bojan, ni Gio parecen ser capaces de imitar siquiera al pistolero camerunés. Dominan, llegan, intimidan... pero no marcan. A la espera del regreso del mejor Ronaldinho, solo Henry ha aportado los pocos goles que mantienen vivo al Barça en la Copa.
Tampoco la segunda línea mete miedo. Deco, Xavi, Iniesta... Parecen más preocupados del pase que de chutar y el equipo se contagia del toque-toque que convierte los ataques en estériles bailes de salón delante del área rival. Ya lo dijo Rijkaard: "No necesitamos obras de arte". Tienen talento y tienen ocasiones, luego... ¿será verdad que meterla es una cuestión de fe?
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