Real Madrid, campéon de Liga 2007-08
No, esto no es un ejercicio de masoquismo futbolístico. Es un recuerdo y un reconocimiento. El Madrid de Schuster, con sus méritos y sus defectos, ha sido el justo vencedor de la Liga, que no es poco. El Barça no ha estado a la altura. Ni por juego, ni por carácter. Cuando el líder flaqueó, el Barça flaqueó más. Los blancos se llevan una Liga que ha perdido brillantez y frescura en favor de los ingleses. Calderón prometió que con Schuster buscarían la excelencia. El alemán de momento se ha quedado en el suficiente. Y no ha necesitado mucho más para llevar a su equipo hasta el título. La receta: Casillas, un poco de banquillo y un mucho de empeño. Con eso les ha valido para llevar la segunda Liga consecutiva a la Cibeles.
La imagen de Raúl besando a la diosa ya empieza a escocer entre los aficionados del Barcelona. Y es que el Barça ha sido un actor clave en este melodrama. Empezaron los de Rijkaard abusando del 'la liga es muy larga' para prolongar en exceso su puesta a punto. Siguieron dejando salir vivo al Madrid del Camp Nou el día que Baptista justificó su millonario fichaje. Y terminaron perdonando en los momentos clave del último tercio cuando el líder empezó a flaquear. La apuesta por el 'jogo bonito' y los 'fantásticos' terminó volviéndose en contra de un equipo y de un club que ahora se cuestiona hasta su propia filosofía. El público del Camp Nou sabe perder si su equipo deslumbra; cuando juega regular y encima pierde ya no lo lleva tan bien.
Al final, el Real Madrid fue el menos malo y se llevó el 31º título de su historia. Hará bien el Barça si aprende de los errores. Hará bien si se guarda en un rincón de su memoria este año nefasto, de tics galácticos y fantástica relajación. El fútbol es orden, habilidad y carácter. Y de esto último, mal que nos pese a los culés, hay que reconocer que el Madrid tuvo más que el Barça.
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