Desde la red

Me llama la atención la gente que sabe hablar. Personajes que tienen una voz diferente, que miran lo mismo que los demás pero ven más allá y, sobre todo, que lo cuentan de otra manera.

Eso, que me ocurre en el gran teatro de la vida, me satisface más todavía en el submundo del fútbol. Hay una serie de personajes que destilan su original verborrea futbolera en diferentes soportes mediáticos.

La lista podría ser grande pero me gustaría destacar aquí los que merecen especial mención. Como Jorge Valdano, el maestro de los poetas del fútbol, un doctor por muchas cosas. Porque sabe radiografiar el fútbol y explicarlo como nadie. Porque sabe condensar la belleza de este deporte -en lo táctico, en el detalle, en lo supletorio, en todo- acertando siempre con la palabara exacta.

Algunos dirán que es indigesto, resabido y que cansa con su verborrea. Yo podría estar horas escuchéndole. Por detrás del maestro Valdano, a varias leguas, llegan otros personajes que tienen diverso calado mediático.

Otro viejo poeta es Michel, ex jugador del Madrid y poseedor de una forma única y personal de ver el fútbol. Algo que por cierto ya tenía en el césped cuando jugaba.

Más ágil con el texto que con la palabra es Miguel Rico. Periodista que sabe leer en el inconsciente colectivo y cuyos conocimientos de fútbol tampoco con desdeñables.

De la escuela de Valdano salió otro poeta que estos días comenta el Mundial, se trata de Angel Cappa, técnico argentino que fuera segundo de Valdano en el Real Madrid y como el maestro -será que todo se pega-, gran comentarista de fútbol.

Tampoco podíamos olvidar a otro maestro de la pluma y con no menos verborrea que cualquiera: Santiago Segurola. El periodista de El País retrata los recovecos del mundo del fútobol con una voz ágil y precisa que da gusto leer, escuchar o ver.

A medio camino de todos ellos está Juan Manuel Lillo -ex entrenador de Salamanca y técnico en México-, un teórico del fútbol que ha cogido protagonismo comentando el Mundial en la Sexta. Su discurso es culto pero para mi gusto falto del encanto del argentino.

Podrían caber otros muchos articulistas, analistas, comentaristas o ex futbolistas en esta lista. Gente con sabiduría pero que no sabe expresarla -como Cruyff, Maradona, Di Stéfano-, y muchos que intentan ser 'diferentes' sin llegar a ser ni siquiera a ser iguales que nadie.

Por eso me quedo con los verdaderos poetas, para que sigan contándonos lo que miramos un día pero no vimos.

Después de dos semanas de calentamiento, con un completo muestrario de partidos; exóticos, hermosos, aburridos, con goles, sin goles... después de todo eso, llega por fin el Mundial de verdad.

A los cruces han llegado los mejores. Todos los cabezas de serie han cogido billete para octavos. Francia fue la más rezagada pero, sin Zidane, llegó justo a tiempo para completar el pleno.

La primera fase es una selección natural que deja solo a los buenos. A partir de ahora, los enfrentamientos son directos, no vale fallar. Un error te manda a casa, un acierto, a la gloria. Si no que se lo digan a Maxi Rodríguez, artífice con su golazo del pase de Argentina a cuartos y de la dolorosa derrota de México, un equipo de los que siempre se quedan a las puertas de hacer algo grande.

Los de Pekerman se las verán ahora con la mejor versión de Alemania de los últimos tiempos. Que encima es anfitriona. ¿Es o no es ese un partidazo? En el otro lado del cuadro, un dubitativa Inglaterra espera al ganador del Portugal-Holanda en lo que promete más emociones y nombres, goles y recuerdos.

Es el Mundial en esencia. Los partidos que quedan en la retina, que se escriben en la historia en vivo y en directo. La esencia del fútbol ha llegado, disfrutemos de ella...

El Barça se ha hecho con los servicios de Eidur Gudjohnsen, por el momento, el único fichaje veraniego del cuarto proyecto Rijkaard. Un jugador cuyo nombre suena a todo el mundo pero del que nadie sabe gran cosa, salvo que tiene aspecto de elfo y que le marcó al Barça uno de los goles que apearon a Ronnie y compañía de la Champions de hace dos años a manos del Chelsea de Mourinho.

Pues bien, para ayudar a aclarar el perfil de Gudjohnsen podemos decir que se trata de un delantero rápido, potente, que hasta ahora ha desarrollado su carrera en la arisca Premier League y que llega al Barça para hacer olvidar al idolatrado Henrik Larsson.

Hay que decir que la historia de Eidur tiene luces y sombras. De joven estaba destinado a esto del fútbol. Él y su padre, también futbolista, llegaron a coincidir en un partido internacional con Islandia. Eidur, lo que son las cosas, sustituyó a su progenitor en un partido contra Estonia el 24 de abril de 1996.

Ya con la etiqueta de estrella precoz fue reclutado por el PSV Eindhoven -donde coincidió con Ronaldo- y el Bolton Wanderers donde estuvo dos temporadas. Abramovich se lo llevó a su Chelsea y en Londres Eiudr compartió vestuario con Albert Ferrer, que ya debió hablarle del Barça y el Mediterráneo. Pero su mente no estaba todavía para sueños y junto a Lampard, Terry y compañía decidió dar que hablar tanto dentro como fuera del campo. Sus correrías nocturnas y sus flirteos con el juego y el alcohol le granjearon mala fama pese a los 78 goles en 263 partidos que marcó.

Quizá por eso Mourinho lo suelte. No nos engañemos, que el portugués deje coger el avión a uno de sus pupilos en dirección Barcelona es, como mínimo, sospechoso. Pero interpretaciones a parte, Eidur tiene unas condiciones físicas y técnicas innegables. En el video que hay al final del post lo podrás comprobar. Pero además tiene algo que al Barça le irá muy bien; polivalencia y entrega. Por la entrega puede ganarse al público y por la polivalencia puede ser protagonista en el guión de Rijkaard. Y es que, por su técnica y velocidad, Gudjohnsen puede jugar en los extremos y de delantero centro. Sólo tiene una pega, le falta el instinto asesino de Larsson.

Por lo demás, este niño grande -el 15 de septiembre hará 26 años-, lo tiene todo a favor para triunfar al lado de Ronaldinho, Deco, Eto'o, Xavi, Messi y los demás. Su melena rubia, el frío exotismo que transmite y su carácter de ganador nato hacen de este islandés con aires élficos un fichaje llamado a marcar época en can Barça. Le deseamos toda la suerte...

Al fin Luis Aragonés disipó sus dudas y lo hizo inclinándose por la apuesta Barça. Muchos fueron los debates antes del fantástico debut mundialista contra Ucrania. Polémicas que zanjó 'el Sabio' el día del partido con una apuesta joven, creativa y consistente. La apuesta Barça, una apuesta de futuro.

Y es que Puyol se convirtió, como en el Barça, en el estandarte de la defensa española. El de la Pobla estuvo inconmensurable todo el partido, abortando todas las insinuaciones atacantes de Ucrania y todavía tuvo energía para irse al ataque en el último gol español, una obra de arte que el blaugrana dejó para que rubricara Fernando Torres en el que, para muchos, es el gol más bonito de lo que va de mundial.

Si Puyol se colocaba los glones atrás, tres cuartos de lo mismo hacía Xavi en el mediocampo. El de Terrassa, como en el Barça, dirigió la orquesta española con la misma maestría con que mueve la maquinaria azulgrana. Instalado en la zona de creación, Xavi se convirtió en el otro baluarte de Luis. Marcó el tempo del partido, masacró a la defensa ucrania con sus pases entre líneas y desesperó a los mediocampistas rivales escondiéndoles el balón, haciéndoles correr kilómetros en vano.

Raúl se quedó en el banquillo y Luis García, otro ex azulgrana, se convirtio en el enganche perfecto de Villa y Torres. Con su movilidad, el jugador del Liverpool hizo un nudo en la defensa de Ucrania y llenó de agujeros letales su bien planeada retaguardia.

Pero Luis no sólo tiró de hombres y de nombres. El técnico apostó por un 4-3-3, una apuesta fuerte, muy parecida a la que practica el Barça de Rijkaard. Firmes en defensa, un mediocampo que combina la imaginación con el músculo (Senna y Alonso estuvieron perfectos aportando este equilibrio) y una delantera con magia, lanzada al ataque, obsesionada por principios con el gol.

¿No les recuerda eso en algo al Barça? Esperemos que la apuesta de Luis Aragonés siga funcionando. Lo que es seguro que, llegue el resultado que llegue, el buen fútbol, como en el Barça, eso está asegurado. No está mal, ¿no?

Cinco días después de arrancar el Mundial, la selección española debuta contra Ucrania en el primer partido del grupo H, el último en abrir fuego. Los hombres de Luis se enfrentan al reto de empezar el torneo con buen pie, algo que todos los analistas califican de fundamental para llegar lejos en la cita mundialista.

España debuta la última. De hecho, todos los 'grandes' del Mundial han cumplido hasta el momento. Algunos con mejor juego, otros con alguna decepción estética, pero ninguna de las selecciones consideradas 'cabeza de serie' ha hecho el ridículo de empezar perdiendo.

Francia, que empató sin goles contra Suiza quizá sea la única decepción. Las demás -Brasil, Argentina, Holanda, Italia, Alemania e Inglaterra- han cumplido el objetivo de empezar ganando, aunque sea sin brillantez.

Y ahora le toca a España. La selección que siempre acaba apelando a la mala suerte para explicar sus fracasos, espera seguir el camino de las ganadoras y colocarse primera de grupo o, al menos, no perder en su debut, algo que dificularía el pase a la siguiente fase y cararía con un exceso de presión a su joven plantilla.

Para conseguirlo, el seleccionador Luis Aragonés, formará en Leipzig ante Ucrania con un once compensado que no renuncia a nada. Casillas en la portería; Sergio Ramos, Pablo Ibáñez, Puyol y Pernía en defensa; en la medular tres Xabi Alonso, Senna y Xavi; y arriba Fernando Torres, Villa y Luis García, serán los elegidos para empezar con buen pie.