Desde la red

El Barça de los récords, el Barça de Guardiola, logró el no va más, conquistó el triplete derrotando al vigente campéon de Europa, en Roma, dibujando un Trébol memorable que le hace entrar en la historia por la puerta grande.

El partido no fue un paseo pero lo pareció. Pocos culés debieron pensar que sería tan fácil derrotar a los 'red devils'. Ni las bajas en defensa, ni el supuesto potencial ofensivo inglés, ni el mordiente del fútbol británico fueron obtáculo para los Xavi, Messi, Iniesta. A la que pusieron en marcha su rondo, los de Ferguson se perdieron como tantos otros se han perdido esta temporada.

No es demérito de los campeones de la Premier, es mérito de este Barça que interpreta el fútbol con un genio pocas veces visto. Eto'o rompió el partido de puntera, mordiendo cuando hacía falta, ahogando el arreón inicial de los de Manchester.

Y el Barça pasó a controlar el partido, quitándole el balón al rival, dominando en todas las facetas del juego. Solo Ronaldo inquietó un poco jugando entre líneas. Pero el partido era azulgrana, tanto que hasta Berlusconi se dormía en el palco para sorpresa de su real majestad don Juan Carlos.

En la segunda parte, Messi certificó que es más y mejor que Cristiano Ronaldo y marcó de cabeza el segundo tras centro medido de Xavi.

El Barça ya tiene 3 Champions y este año ha logrado el ansiado triplete. Por una vez, el fútbol se ha impuesto y ha ganado el mejor. Felicidades Barça, el imperio del fútbol te saluda...

Llega la hora de la verdad. Barça y Manchester se medirán en Roma. Suena a cita colosal, a lucha de titanes del fútbol. El aspirante contra el campeón. El bello y el bestia, estilo contra poderío.

Dos equipos grandes, respetados y envidiados, para muchos los mejores de Europa este año serán los protagonistas del último acto. Será el choque de dos esquemas diseñados para ganar, se diría incluso que para arrollar al rival.

Sobre el resultado abundan las cábalas. Hay quien augura muchos goles y los hay que ven una (nueva) final sin muchos goles. Es verdad que el año pasado estos dos mismos equipos quedaron 1-0 en 180 minutos en semifinales. Pero también lo es que ambos destacan más por su perfil atacante que por el defensivo.

Quizá el rasgo que más separa a unos y otros sea el que define a sus técnicos. Ferguson es un viejo zorro que las ha visto de todos los colores, que no se cansa de planear finales, de diseñar equipos, de motivar para la victoria. Lo hace partiendo del fútbol inglés, duro, directo y práctico pero utilizando los mejores mimbres autóctonos (Carrick, Rooney, Ferdinand...) y los mejores que puede recoger del resto del mundo (Van der Sar, Vidic, Ronaldo, Tevez, Park, Anderson...). El resultado es una máquina casi perfecta de fútbol.

El Barça de Pep es mucho menos marcial y más mediterráneo. Se basa menos en mercenarios y más en el corazón, se fundamenta en el toque, en el estilo Cruyff pero mejorando los fallos de aquel esquema. Guardiola le ha quitado locura (que no genio) a la propuesta del maestro y le ha añadido oficio italiano y la olvidada garra autóctona. El resultado también es una máquina casi perfecta de fútbol.

Todo está preparado. El momento final ha llegado. Que gane el mejor...

Cada temporada, cuando empiezan los torneos de verano y empieza a oler a Liga, los aficionados al fútbol hacen cábalas, sueñan despiertos y se plantean lo que pueden esperar de sus equipos. Desde muy pequeño, yo pensaba en el Barça codeándose en Europa con equipos lejanos y míticos como la Juventus, el Liverpool o el ahora venido a menos Bayern de Munich.

Eran los tiempos de un Barça menor, que salía a Europa a buscarse la vida, con más empeño que gracia. Si tenía un buen día, salvaba el tipo. Si lo tenía torcido le partían la cara. Hoy la historia ha cambiado. El Barça de Guardiola se pasea por la vieja Europa con la cabeza alta, luciendo palmito, a medio camino de la chulería y el savoir-faire en busca de la gloria y con argumentos.

Al principio de la temporada uno sueña con que la cancioncita de la Champions suene en can Barça hasta mayo, con llegar a semis... la final son palabras mayores. Es épica en estado puro, es fútbol mayúsculo y gloria a capazos. En la porra he puesto un 4-3 porque ya puestos en esto gusta ser excesivo. Como Ronaldo, la pesadilla lusa del Manchester, el tipo del porrón de goles que, con su sola presencia, hará más grande la final de finales. Que gane el mejor, el fútbol ya ha ganado...

Que nadie se espere un Chelsea ofensivo. Muchos piensan que en Stamford Bridge los ingleses no se atreverán a esperar agazapados, que se dejarán llevar por su público y atacarán con furia al Barça. No será así. Está en juego una final de Champions y temen al Barça. El Chelsea esperará atrás y morderá arriba, entre la defensa y la zona de creación de Xavi e Iniesta.

Quizá es que siguen mareados después del rondo que les hizo el Barça, o quizá los seis guantazos les dejaron sin sentido, el caso es que el mismo equipo que se inventó el cagómetro, el que que iba a quitarle al Barça la Liga en sus narices a base de casta y épica ahora resulta que no sirve para nada y que hay que echar a más de la mitad porque no se implican y su fútbol no vale.

La arrolladora exhibición del Barça en el Bernabéu no fue sólo un triunfo deportivo, significó la victoria de una idea, de un estilo, el triunfo del fútbol de ataque por encima del orden marcial. El estilista le ganó al supuesto pegador, el ninja destrozó al luchador de sumo. Pep fue mejor que Juande... Y ganó el fútbol.