El mejor (todo) de 2006Yo me quedo con el gol de DrogbaFaltó un poco de Eto'o y Messi para tener un poco de RonaldinhoEstudiantes-Boca, otra forma de desempatarEl Mundial de Clubs, un título extrañoUna imagen vale más que mil palabras...Ronaldo, el grandeRonaldinho, el listoJarque selecciónBalón de Oro, FIFPro, FIFA WP... el confetti del fútbolLos 50 mejores goles de la historiaPuntería coreanaLa chilena de Ronaldinho, narrada en medio mundoPresentación o... ¿por qué coño hago todo esto?El golazo de Ronaldinho contra el VillarrealAhora resulta que Iniesta es buenoY Blatter metió la pata...Sí, Txiki, caer antes de octavos es un fracaso¿Cannavaro el mejor de 2006?Elmander, otro ariete para el BarçaAy ay Espanyol...¿Cómo narices la hacían antes sin televisión?Capello, migas para hoy hambre para mañanaA este Madrid no lo salva ni CapelloLa selección, un equipo a imagen y semejanza de Luis AragonésFauna culé (VI): El anti...Fauna culé (V): El viajero (culé)Fauna culé (IV): El bebéFauna culé (III): El animalPastel de fútbolGracias Laporta por ser un buen presidente y, además, por parecerloFauna culé (II): El pesimistaFauna culé (I): El tribunero gritónEl ciclismo ya no me interesaEl mundial... ¿por qué es cada cuatro años?La mala cabeza de ZidaneMaradona, gran jugador... pésimo comentaristaEl Real Madrid, un enfermo muy enfermoEl por qué de la desaparición de Ronaldinho : Desde la red

29 diciembre 2006

El mejor (todo) de 2006

Con el final del año, inevitablemente, llegan los rankings. Ese afán por registrar el mejor... lo que sea o el más... lo que sea llega también al fútbol. En 20minutos.es proponen elegir el mejor gol del año 2006 entre estos candidatos. No especifican si ha de ser el mejor por su belleza, importancia o dificultad, sencillamente se trata de elegir 'el mejor' y, aunque quizá no estén todos los mejores, los hay de auténtica antolgía. Yo, aunque me duela, me quedo con el golazo de Lampard al Barça...


Chilena de Ronaldinho // Gol de Maxi en el Mundial


Drogba desde 40 metros // Zapatazo de Lahm en el Mundial

Henry al Madrid en la Champions //Gol imposible de Lampard al Barça

Torres a Ucrania en el Mundial // Kaká a Croacia

Guti y Zidane, mano a mano // Media chilena de Chevantón al Madrid

Urzaiz en plan acróbata //Jugadón del Atalanta con Doni

Misiles: Taylor, del Portsmouth, no se lo pensó // Angulo sí.

Desde México: regate de Kléber Boas // Tijera de Óscar Rojas

Los 50 metros de Villa // Kaká al Anderlecht

Gran falta de Yeste // Gol de tacón de Carew al Madrid

19 diciembre 2006

Yo me quedo con el gol de Drogba

Este fin de semana, mientras el Barça se estrellaba en Japón, las ligas de fútbol seguían su curso en Europa, ajenas a Mundiales y 'jet lags'. Como anticipando las fiestas, Drogba y Angulo se sacaron de la manga dos regalos para enmarcar.

En España, el Madrid de Capello truncó la buena racha del Espanyol a base de catenaccio y eso que sufrió la injusta expulsión del mejor jugador del mundo, Fabio Cannavaro. La victoria acercó a los Raúl y compañía al liderato pero no resolvió el debate que se vive en la casa blanca; resuladismo vs espectáculo. Mientras, el Sevilla de Juande Ramos y Del Nido -el mismo que afirmó esta semana que a Rijkaard no lo querría ni para entrenar al B- se aupaba al liderato ganando con solvencia al Recre a domicilio (1-3) sin debate alguno.

En Francia, el O. Lyon sigue a años luz de sus perseguidores demostrando semana a semana que la liga gala se le queda pequeña. Algo parecido a lo que le pasa al Inter en el Calcio donde los de Mancini, con Materazzi marcando goles de chilena en plan Ronaldinho, mandan a placer. La verdad es que sin Juventus ni Milan el Scudetto está algo descafeinado...

Todo lo contrario que la Bundesliga donde el Bayern parece despertar y ya amenaza la supremacía del Werder Bremen. Como el Chelsea de Mourinho en la Premier. Un golazo de Drogba supuso la victoria de los blues ante el Everton (2-3) que siguen la caza del líder, un ManU imparable.

Pero cuestiones estadísticas a un lado, la jornada futbolera nos dejó dos regalos para los ojos en forma de dos golazos. Uno, el de Drogba, quien chutando desde su casa muy cerca del final le dio los 3 puntos a 'Mou'. El otro, el de Angulo al Zaragoza, también desde larga distancia.

Aunque ambos son de una belleza plática innegable, me quedo con el de Drogba. Por dificultad, importancia y estética. El control y la ejecución son perfectas. En el de Angulo, aunque precioso, creo que el portero César queda un pelín en evidencia. Juzga tú mismo...

El gol de Drogba:




Y el de Angulo:


18 diciembre 2006

Faltó un poco de Eto'o y Messi para tener un poco de Ronaldinho

Cura de humildad en Japón. El Barça cayó el domingo en la final del Mundial de Clubs al ser derrotado por el Internacional de Porto Alegre (1-0). Una derrota dolorosa que tiene múltiples explicaciones...

Las finales se deciden por detalles, matices ligeros que decantan la balanza con apariencia de capricho. Rijkaard planteó el partido contra el Inter como lo que era: una final. Los jugadores de uno y otro equipo empuñaron sus armas. El Barça llevó la iniciativa y el Inter se la cedió.

Eso ocurrió durante muchos minutos. Pero los azulgranas no tradujeron el dominio en gol. La rocosa defensa brasileña logró su propósito. Seguramente otro gallo hubiera cantado si en lugar de salir con la tripleta Giuly, Gudjohnsen y Ronaldinho, el Barça hubiera alineado al trío Messi-Eto'o-Ronaldinho. Claramente, suena diferente.

Y eso no sólo por la contrastada calidad de Eto'o y Messi, sino porque su presencia y su mordiente habrían repartido el protagonismo en el ataque, dejando espacio a Ronaldinho para aparecer, algo que evitaron muy bien los brasileños con un marcaje de libro a la estrella del Barça.

Tampoco Rijkaard movió bien sus piezas desde el banquillo. Belletti dio profundidad pero tener un Zambrotta en una final es un seguro de vida que el holandés desperdició. Luego, la entrada de Xavi abrió la final, sí, pero sin Motta en la medular el partido se convirtió en el correcalles que quería el Inter y Iarley encontró ahí el filón que acabó matando al Barça.

Sin duda habrá otros motivos que explicarían la derrota japonesa; 'jet lag', falta de tensión, que el Barça jugó peor, desacierto cara a puerta, exceso de confianza tras una semifinal 'chupada', el pegajoso marcaje a Ronaldinho... Pero yo me quedo con estos dos: las ausencias de Eto'o y Messi y la mala gestión de los técnicos del Barça. La buena noticia para los culés es es que todavía les queda un título por conquistar. Be water my friend...

12 diciembre 2006

Estudiantes-Boca, otra forma de desempatar

El Torneo Apertura 2006 de Argentina ha llegado a la última jornada del campeonato con un empate técnico entre Boca Juniors y el sorprendente Estuadiantes de la Plata que entrena el ex atlético Diego Simeone. Un empate que, a diferencia del sistema español, se deshará gracias a un enfrentamiento directo entre los dos implicados.

La cita, dramática, será el miércoles y el lugar, un campo neutral, el estadio del Vélez Sarsfield, con capacidad para 35.000 espectadores. El reparto está claro: 17.500 entradas para cada equipo. Si Estudiantes y Boca terminan empatados al término de los 90 minutos, se jugará una prórroga de 30 y, de persistir la igualdad, el título se dirimirá en una tanda de penaltis.

La culpa de todo la tiene una última jornada del Apertura de infarto. Boca perdió ante Lanús en la Bombonera (1-2) y Estudiantes doblegó a Arsenal (2-0) dejando la clasificación en Argentina como sigue:

  • 1 Boca Juniors ............ 44 19 14 2 3 41 17 (+24)
  • 2 Estudiantes LP ......... 44 19 14 2 3 35 12 (+23)

Lo que llegará el miércoles es épica pura. Fútbol directo a la vena para un país acostumbrado a la pasión. ¿Empataron después de 19 partidos? Pues que se lo jueguen al mejor, a cara de perro. Cierto que así el torneo de la regularidad se transforma en duelo a vida o muerte. Pero también lo es que el ganador acabará siendo el más regular. Ah, y que les quiten lo bailado a los aficionados...

En la Liga española, en cambio, la igualdad final en la clasificación no contempla un partido directo como método de desempate. El sistema español es más estadístico y menos apasionado. El empate a puntos lo deshace la diferencia de goles en los enfrentamientos directos -goal average particular-. Si persiste el empate, gana el equipo que en el global de la Liga haya obtenido mayor diferencia entre goles marcados y encajados -goal average general-. Y si aún así persiste el empate, resulta campeón el que ha marcado más tantos.

Una curiosidad, si jugara en España, Boca Juniors ya sería campeón gracias al 2-0 que le endosó a Estudiantes en su duelo particular de la 5ª jornada, el pasado 3 de septiembre. También por la diferencia de goles a favor y en contra ganaría Boca.

Pero Argentina no es España, y allí se desempata diferente. ¿Qué pasará? La respuesta el miércoles...

El Mundial de Clubs, un título extraño

El Barça ya está en Japón donde el jueves empezará a disputar el Mundial de Clubs, un título como mínimo extraño que todavía no figura en las vitrinas del Camp Nou.

El Mundial es extraño por varios motivos. Para empezar nadie se pone de acuerdo con el nombre; Mundial, Mundialito, Copa Intercontinental...

Es el típico título que si lo gana el rival es rebajado al nivel de bisutería copera y si lo gana tu equipo parece que acabes de entrar en el Olimpo del fútbol con letras de oro, japonesas en este caso, pero de oro.

Y es que desde hace años, el Mundial de Clubs (yo prefiero llamarlo así) se juega en el lugar más alejado de nuestro epicentro futbolero. Eso, que le da cierto exotismo, también contribuye a hacerlo sino extraño, como mínimo lejano.

Pero hay más. Resulta que el campeón de la todopoderosa Europa, esta vez el Barça, se mete 11 horas de viaje en avión para jugarse un título a cara o cruz contra los campeones de África, Oceanía, América (Centro y Sur) y Asia. Ah, y lo hace nada menos que en Japón. Si no fuera por el glamour de que se viste el torneo, el planteamiento mismo sonaría a pitorreo.

Porque no nos engañemos, excepto el campeón de la Libertadores (este año el Internacional de Porto Alegre), los demás rivales no pasarían de mitad de la tabla en una liga como la española. Y, el máximo rival, el mencionado Inter, suena más a equipo de torneo veraniego o a cantera de brasileños con futuro que a rival para entrar en el Olimpo.

El caso es que, sea por pura mercadotecnia, sea porque juegan los mejores clubs de cada continente, el Barça se juega estos días conquistar el Mundial de Clubs, un título que, como mínimo, le dará algo más de prestigio en este [extraño] mundo del fútbol...

07 diciembre 2006

Una imagen vale más que mil palabras...



La defensa alemana, burlada, observa cómo el balón lanzado por Ronaldinho se cuela por debajo de la barrera. El gol significó el 1-0 en el Barça-Werder Bremen jugado el martes. El preludio del 2-0 final que certificaría el pase de los azulgranas a los octavos de la Champions.

Y para completar el cuadro, ahí va el vídeo del gol. Ojo al toque exótico; está narrado en japonés (creo)...

Ronaldo, el grande

Si el fútbol fuera mitología, Ronaldo sería una especie de héroe caído, un Aquiles moderno, cuyo talón fue una rodilla pero al que le dio tiempo de escribir, en un año, una de las páginas más bellas de la historia del fútbol.

Ronaldo llegó a Barcelona procedente del PSV Eindhoven en 1996. Las imágenes que llegaban de Holanda presagiaban algo grande pero ni mucho menos tanto como al final demostró ser.

Y es que en esa temporada, la única en que vistió la camiseta azulgrana, Ronaldo marcó la friolera de 47 goles en 49 partidos, algunos de ellos los más hermosos que se han visto en la historia del fútbol moderno.

Junto a los Guardiola, De la Peña, Figo y Luis Enrique y bajo las órdenes del entrañable Bobby Robson, el Camp Nou vio hacerse grande a este portento de la naturaleza que se vino a llamar Ronaldo.

Hace poco, Arrigo Sacchi, uno de los técnicos que lo vio de cerca (ya en el Real Madrid), le dedicaba estas palabras: "Dios te ha dado demasiado y tú quieres aprovechar tan poco...". Un elogio que esconde un reproche. Seguramente injusto.

Después un buen primer año en el Inter -marca 25 goles y conquista la Uefa-, y un segundo un tanto irregular, Ronaldo cae gravemente lesionado el 12 de abril del 2000 en un Lazio-Inter. Una rotura del tendón rotuliano de la rodilla derecha lo deja 20 meses en el dique seco. Y a partir de entonces, el brasileño nunca volverá a ser el mismo.

En el Mundial de Corea y Japón vuelve a golear y el Real Madrid de Florentino se lo lleva de un golpe de talonario pero, por mucho que se engañen algunos, Ronaldo ya no es el mismo. Las lesiones lo hicieron madurar y humanizaron al mito. Mantuvo la puntería, excepcional, un punto de velocidad y todo su olfato. Pero con el yeso la magia se esfumó para siempre. Por eso Sacchi es injusto.

Para el recuerdo quedan imágenes imborrables como la galopada de Compostela, el gol imposible al Valencia atravesando la defensa por el centro, la cara de Bobby Robson clamando al cielo y llevándose las manos a la cabeza o ver a monsieur Blanc sonriente haciendo ver que le limpiaba la bota al astro.

Aquel año el Barça fue segundo en la Liga pero conquistó la Supercopa de España, la Copa del Rey y la Recopa de Europa. Ronaldo fue el Pichichi de la Liga 96-97 con la friolera de 34 goles y el año siguiente fue galardonado con Balón de Oro al mejor jugador del Mundo.

Sus diferencias económicas -o mejor dicho las de sus representantes- con el presidente Núñez terminaron en ruptura y, después de sólo un año en can Barça, Ronaldo se marchó al Inter ya bautizado como 'Il Fenomeno'. Era un mito, un goleador imparable, uno de los delanteros más completos que han existido jamás.


Ronaldinho, el listo

Corría el minuto 11 del partido. El Barça había salido a comerse al líder de la Bundesliga, el Werder Bremen, consciente de que el campeón podía quedar apeado de la Champions en la primera liguilla.

El abanderado de la ofensiva azulgrana no era otro que Ronaldinho. Fiel al grito de guerra de Rijkaard -“salid y pasadlo bien”, había dicho el holandés en el vestuario- el equipo se entregó a la faena. Era fácil, el Camp Nou, lleno a rebosar, olía a noche mágica y eso siempre ayuda.

El brasileño salió enchufado, metido como nunca en el partido, con esas ganas que contagian su alegría al público (qué curioso, ya nadie habla de baja forma, salidas nocturnas o bulas papales) y que hacen presagiar que Ronaldinho hará algo excepcional.

Y ese algo excepcional ocurrió justo en el minuto 11. Ronnie recibió de espaldas en la frontal del área teutona y, escondiendo el balón, esperó que el ímpetu de alguno de los centrales lo derribara. Era la primera parte de su plan. La segunda, la tenía bien estudiada. "Esa falta la tenía en la cabeza", diría más tarde. Cogió el balón con mimo y, cuando hasta los culés más pesimistas pensaban que metería el balón en la escuadra, Ronaldinho, el más listo, disparó raso por debajo de la barrera.

Los defensas habían saltado como si tuvieran muelles, justo lo que el brasileño quería, justo lo que él sabía. Como dijo en su día Valdano, el fútbol vive más de engaños que de aciertos. Y en ese arte, Ronaldinho demostró que es de los mejores. El Gaúcho es único porque tiene la idea genial y, además, tiene la calidad para ejecutarla. Que nadie lo dude, Ronaldinho quería hacer lo que hizo. El balón se coló en la portería de Wiese mansamente, ante el estupor del guardameta. Lo más difícil estaba hecho y con el 1-0 el resto del partido ya era historia. El Barça seguirá en la Champions, en gran parte, porque tiene en sus filas a uno muy pero que muy listo.

04 diciembre 2006

Jarque selección

Hola Luis. Deja un momento tu fútbol de 'taca-taca' y dentadura postiza y baja a la Tierra. Es que hay un jugador que te podría ir bien para ir dándole pinta de selección a la selección española...

Se trata de un central tipo Pablo -el del Atlético, el que te gusta- pero como diez o doce veces mejor. Juega en el Espanyol, se llema Jarque y no hay que ser un 'Sabio' para ver que apunta alto, muy alto.

Contra el Ajax en Amsterdam ya se salió. No solo defendiendo sino, además, sacando el balón jugado en plan Beckenbauer. Y contra el Sevilla volvió a ser uno de los puntales del equipo que protagonizó la sonora remontada del Espanyol.

Un central con muchísimo futuro, que domina todas las facetas del juego y que, a su edad -tiene 23 años recién cumplidos-, demuestra un alto grado de madurez. Aunque es alto -185cm-, Jarque es un jugador que no tiene problemas para salir con el balón controlado y se suma al ataque con facilidad. Un valor seguro que, si el Espanyol no vigila mucho, pronto será tentado por algún grande... Quizá entonces Luis Aragonés lo vea.

30 noviembre 2006

Balón de Oro, FIFPro, FIFA WP... el confetti del fútbol

La designación de Fabio Cannavaro como Balón de Oro ha hecho correr ríos de tinta. Seguramente demasiados... El hecho es que la polémica del premio ha puesto de manifiesto que, tratándose de un deporte colectivo, premiar a un solo jugador es pura mercadotecnia facilona.

Claro que hay jugadores que marcan diferencias en el fútbol. La inspiración de un portero puede salvar un partido, lo mismo que un defensa expeditivo o un goleador en racha. Pero al final, lo que hizo campeón a Italia no fue solo la eficacia de Cannavaro, ni fue la magia de Ronaldinho, o el acierto de Belletti por sí solos, los que le dieron la Champions al Barça.

Para bien y para mal, el fútbol es un deporte de conjunto, donde hay sinergias, complicidades y tics colectivos que pueden decantar la balanza de un equipo hacia la gloria o el fracaso. Tenga o no tenga un crack en sus filas, sea o no sea el más caro.

Esta reflexión futbolísticamente obvia, se diluye ante los focos del marketing (periodístico o no), ávido de mitos a los que ensalzar y más tarde destronar. Hoy hacen santo a Cannavaro, mañana será Ronaldinho y pasado Messi, Casillas o Puyol. Confetti futbolero que vende color pero sin peso. Y si no, pregunto: ¿Quién ganaría antes una Liga, once Cannavaros u once Ronaldinhos? ¿Y quién el Balón de Oro?

29 noviembre 2006

Los 50 mejores goles de la historia

Sí, la afirmación es atrevida pero hay que reconocer que la selección es excelente. Puede que falte alguno y que sobre algún otro pero son 20 minutos de grandioso fútbol. Ronaldinho, Maradona, Van Basten, Ronaldo, Cantona... están prácticamente todos. La mayoría de goles son obras de arte pero hay uno de Henry (el 17) que me puede... ¡Qué clase!

Puntería coreana

Lo sé, no es fútbol pero es increíble lo que hacen estos coreanos con un arco. Un tipo le da a una alubia desde 30 m y se queda tan ancho. Otro va y parte un huevo desde 70. La verdad es que el video no tiene desperdicio...

28 noviembre 2006

La chilena de Ronaldinho, narrada en medio mundo

Narración de RAC-1:



En portugués, lengua materna del crack:



En GolTv, maestros relatando:



En árabe, indescriptible:



Y para terminar, un punto de vista nuevo, desde la grada:



En italiano, holandés, polaco, y con el audio de la Cadena SER.

27 noviembre 2006

Presentación o... ¿por qué coño hago todo esto?

Empecé este blog como un ejercicio de perseverancia. Dicen que cada día se abren y cierran miles de blogs en todo el mundo. Muchos -la mayoría- se abandonan al cabo de un año, víctimas del aburrimiento de sus creadores. Parece que no será el caso de éste...

Al principio me picaba la curiosidad saber si yo sería capaz de alimentar uno, si tendría ideas y ganas para escribir cada poco tiempo. Así que me lancé y puse en marcha este cajón de sastre dedicado sobre todo al fútbol, el Barça, el deporte, internet y, en menor medida, a lo que venga al caso.

Ahora que hace ya unos meses que vengo escribiendo con más o menos regularidad, veo que esto tiene posibilidades de cuajar así que me he decidido a presentarme. Más vale tarde que nunca...

Nací en Barcelona, me llamo Abraham (sí, nombre poco común por estos parajes) y soy periodista digital. Lo de periodista digital no es que yo esté hecho de ceros y unos, ni que sea un gurú de la informática o que vaya a todas partes con un iPod y una cámara de 28 megapíxels. Simplemente es que trabajo en la página web de un periódico que no es lo mismo que trabajar en un periódico aunque muy parecido.

Por casualidades de la vida llegué a Internet hace casi diez años y desde entonces trabajo en la red. El periodismo deportivo es, además de mi trabajo, mi vocación. Sobre todo el fútbol, de cualquier color, lugar y condición. Actualmente trabajo en la página web del diario SPORT desde donde veo crecer este soporte día a día.

La intención de este blog es exponer mis ideas y opiniones alrededor de todo este mundo. Ronaldinho, fútbol, Barça, Madrid, prensa, goles, noticias, rumores, videos, blogs de fútbol, links, críticas, deportes varios (raros o no), comentarios, metidas de pata... todo tiene cabida en 'Desde la red'. Y, por supuesto, todo el mundo puede opinar. Sólo hay una premisa: exponer las opiniones con respeto.

Espero que te guste...

26 noviembre 2006

El golazo de Ronaldinho contra el Villarreal

Sobran las palabras. Ronaldinho marcó uno de los mejores goles de su carrera. Era el 4-0 del Barça ante el Villarreal, el 51º gol del crack con la camiseta blaugrana en la Liga. Una nueva obra de arte de Ronaldinho que, seguro, pasará a la historia...

23 noviembre 2006

Ahora resulta que Iniesta es bueno

¡Cómo es el 'entorno' blaugrana! En realidad debería decir, ¡cómo son todos los entornos! Y es que nadie escapa al influjo de las modas. Apuntarse a una moda es una válvula de escape ideal para ignorantes, el escenario perfecto para que el mediocre pueda esconder sus carencias, cual camaleón con pluma.

Andrés Iniesta es un chaval que lleva ya tiempo en el primer equipo del Barça. Frank Rijkaard lo ha dosificado con maestría en las dos últimas temporadas. Durante este tiempo el mediocampista manchego ha madurado a la luz de técnicos, aficionados y prensa pagando el consiguiente peaje. Los más agoreros criticaban su falta de cuerpo y su escasa puntería de cara a portería.

Críticas que se han visto obligadas a cesar de golpe esta temporada, la de la eclosión del de Fuentealbilla. Iniesta ya no sólo juega como los ángeles, sino que además hace jugar y mete goles. La receta perfecta para ganarse un sitio en el once de Rijkaard y, sobre todo, para callar bocas en el entorno culé. Los que criticaban a Iniesta desaparecerán, seguro, como camaleones. Puede que alguno incluso se erija ahora en gran valedor de Iniesta. Así es el teatro del fútbol...

22 noviembre 2006

Y Blatter metió la pata...

"El Real Madrid es más que un club". Con esta simple sentencia, Joseph Blatter constató ayer que es tan experto adulador como torpe hablador.

El máximo dirigente de la FIFA se presentó en Madrid y aceptó gustoso el galardón de socio de honor y la insignia de oro y brillantes de la entidad madridista. Acostumbrado como pocos a los 'pesebres', dominador del arte del canapé y la copa de cava, el bueno de Joseph se dejó querer por Calderón y los suyos pero esta vez no midió bien el alcance de su discurso.

Si hubiera sido como suele, la prensa se hubiera quedado con un titular mediocre y algún anuncio tipo 'Vamos a defender al fútbol de los magnates'. Pero ayer a Blatter le traicionó el subconsciente -porque no quiero pensar que es inconsciente- y acuñó sin darse cuenta un eslogan típicamente culé en el seno de la casa blanca.

Nadie duda que el Real Madrid pueda ser más que un club. Seguramente lo es, por otros motivos que el Barça, pero lo es. El problema es que esta vez Blatter se dejó el tacto en el pica-pica y, quizá todavía influido por el baño de protagonismo que se dio hace dos semanas en Barcelona con motivo del anuncio del acuerdo con FIFPro, repescó la frase para pronunciarla sin depeinarse en casa del eterno rival.

Falta saber si sentó bien el halago en el Bernabéu o si se le atragantó la croqueta a más de uno. Lo que es seguro es que en can Barça sentó como una patada en los cataplines, es decir, mal. Más allá de Barça y Madrid, la conclusión de todo esto es clara: el señor Blatter es menos que un presidente...

Sí, Txiki, caer antes de octavos es un fracaso

A veces los directivos, con tal de quitar presión a los jugadores, son capaces de decir sandeces de tamaño gigante. Ayer, sin ir más lejos, Txiki Begiristain, secretario técnico del Barça y hombre generalmente mesurado, cometió el desliz de verbalizar una de las mayores estupideces escuchadas en el entorno azulgrana desde que Núñez se fue a una de sus casas.

Poco antes de partir hacia Sofía, a Txiki se le coló en mitad de su discurso optimista de cara al decisivo partido ante el Levski, que caer antes de octavos de la Champions no era un fracaso. Es decir, que el campeón de Europa puede caer en la primera liguilla y a su director técnico no le parecería grave.

En una encuesta elaborada por la web de SPORT se interroga a los lectores sobre la afirmación del secretario técnico del Barça. El resultado es abrumador: Un 92% de los encuestados discrepa de Txiki.

Me parece que al bueno de Begiristain se le fue la mano (o la boca) porque no se lo cree ni él lo que dijo. No vale todo para quitar presión a los jugadores. Ellos cobran acorde a unos objetivos mínimos y ese grado de presión lo deben asumir. Estamos hablando del Levski, no del Bayern. Nadie dice que deban ganar con la gorra pero exigir la victoria es lícito. Ni la prensa ni el público son imbéciles, amigo Txiki.

20 noviembre 2006

¿Cannavaro el mejor de 2006?

Entregarle el Balón de Oro 2006 a Fabio Cannavaro es poco menos que un insulto al fútbol. El 27 de noviembre el italiano recibirá el galardón gracias a los votos de los periodistas. Algo que dice muy poco de la profesión.

Claro que habrá quien salga a enarbolar la bandera del espectáculo defensivo y el culto al músculo. Defensores de las defensas, del peso de la táctica y del mérito de defender... para terminar ganando. Como Capello.

En esa materia Cannavaro ha destacado todo el año en la Juventus y en el Mundial. De hecho, si el premio fuera para el mejor defensa seguramente sería hasta legítimo pero el Balón de Oro, por definición, debe ir al jugador más determinante y, en ese punto, el debate se complica y el nombre de Cannavaro se empequeñece.

Rara vez un gran defensa luce más que un gran delantero. Algunas veces, cuando el defensa también sabe atacar, puede llegar a codearse con los 'amigos del gol'. A Beckenbauer se lo reconocieron pero en cambio los Koeman, Maldini, Baresi o Hierro nunca tuvieron tanto premio.

Y si ellos se quedaron sin, menos aún se lo merece Cannavaro. Un tipo que sólo sabe defender, aunque lo haga muy bien. Antes que se lo den a Buffon más digno como sucesor de Yashin que Fabio como sucesor del Kaiser.

Los periodistas, en concreto los corresponsales de 'France Football', encargados de entregar el premio con sus votos, se han hecho un flaco favor este año. Su fallo pone en ridículo el buen hacer del gremio al tiempo que constata, después de un Mundial de defensas, que el fútbol está acorralado por el oscurantismo táctico. Y no sólo en los terrenos de juego, también en los medios. Pero eso ya no es culpa de Cannavaro. Felicidades por la parte que te toca Fabio.

Elmander, otro ariete para el Barça

En Francia aseguran que el Barça sigue a un delantero sueco del Toulouse llamado Elmander para reforzar su línea ofensiva.

La noticia viene de Estocolmo donde el diario 'Expressen' asegura que ojeadores del club azulgrana ya han seguido en directo al delantero en dos partidos de la liga francesa, aunque no revela más datos.

El jugador, de 25 años, no se hace ilusiones. "Sólo sé que me han comentado que me han venido a ver, pero nada más", dijo en el diario.
Elmander -Johan de nombre- tiene ésta y tres temporadas más de contrato con el club francés al que llegó procedente del Broendby danés. Allí, cuajó dos grandes temporadas a las órdenes de Michael Laudrup. Su traspaso se tasó en 5 millones de euros.

Sucesor de Larsson e Ibrahimovich en la delantera de la selección sueca, él fue el autor del primero de los dos goles del triunfo de Suecia frente a España en Estocolmo en la fase de clasificación para la Eurocopa 2008. Ahí va un resumen con algunos de sus goles...

09 noviembre 2006

Ay ay Espanyol...

Hay un equipo por el que siento una extraña simpatía. No es un equipo puntero ni destaca en nada excepto en que se ha visto obligado a crecer y vivir casi siempre a la sombra de su gran rival ciudadano: el todopoderoso Barça. Quizá eso sea lo que me atrae del Espanyol, su aura de David contra Goliath.

Y quizá por eso me duele todavía más que un equipo de Segunda B, un histórico venido a menos como el Rayo Vallecano, apeara al vigente campeón de Copa en su campo y sin despeinarse (0-1).

No sirve decir que la Copa es un título menor ni que ahora se podrán concentrar más en la Liga. El Espanyol era el campeón y fue doblegado como un vulgar perdedor. Ya se veía desde la pretemporada que entre Sánchez Llibre, Francisco Herrera y Valverde estaban amasando un ente amorfo que apenas da para aspirar a mantenerse en Primera. Pero que el sufrimiento empezara tan pronto...

El Espanyol, este Espanyol, ha sido echado a puntapiés de la Copa. Y mientras eso ocurría, sus jugadores no mostaron el más mínimo orgullo. O le están haciendo la cama a Valverde o no tienen madera de equipo de Primera. Y me temo que es más lo segundo que lo primero. Ay, Espanyol, ay, que vas a estenar tu campo nuevo en Segunda División. Una pena...

17 octubre 2006

¿Cómo narices la hacían antes sin televisión?

El pasado domingo el Barça recibió al Sevilla en un partido marcado por la polémica de las televisiones. El Sevilla y Santa Mónica, la empresa que explota los derechos audiovisuales de los hispalenses, no llegaron a un acuerdo con Audiovisual Sport que a su vez explota los derechos del Barça y los de la mayoría de clubs de la Liga.

Al final, entre despachos, corbatas y contratos por firmar, los que terminaron pagando el pato fueron los espectadores que no pudieron ir al Camp Nou. Barça y Sevilla, como era de preveer protagonizaron un partidazo, de los mejores que se pueden ver hoy día en la Liga. Pero ninguna cadena fue testigo.

Esto, que si bien era lo más normal hace sólo unos años, es un anacronismo en nuestros días. Por culpa de la obcecación de unos dirigentes salieron perdiendo todos. El Barça y el Sevilla se quedaron sin ingresos televisivos, los aficionados que no tenían abonos, sin ver el espectáculo y el resto de futoleros del planeta se tuvieron que conformar con un escuálido resumen de dos minutos.

Esperemos que el sentido común termine imponiéndose y estas situaciones no se repitan. El Sevilla tiene derecho a explotar sus derechos, sí, pero que tenga en cuenta que es lo que es por formar parte de un grupo de equipos que se lo permiten. Con estas actitudes, Del Nido y, de rebote los sevillistas, solo consiguen ganarse la animadversión del resto de aficionados.

Porque al final lo que queda es el desconsuelo de quedarse con las ganas de ver el espectáculo. Algo que, por otra parte, era lo más normal hasta hace muy poco y que hace que uno se pregunte… ¡¿Cómo narcices lo hacían antes sin televisión?!

14 septiembre 2006

Capello, migas para hoy hambre para mañana

Ramón Caderón y Pedja Mijatovic han querido edificar el futuro Real Madrid, el post-galáctico, a partir del técnico italiano Fabio Capello. Una apuesta arriesgada. Un todo o nada deportivo que huele, en el mejor de los casos, a pan para hoy y hambre para mañana.

Construir un proyecto desde la ideosincrasia de Capello tiene muchos riesgos. El primero es que el italiano vive el momento. Su carpe diem personal implica fichar a los mejores -le da igual lo que sufran las arcas del club- para cosechar éxitos inmediatos.

Fabio tiene un libro de estilo pequeño pero efectivo. Una férrea defensa y los mejores en ataque. Si puede ser uno mejor que dos. A grosso modo su táctica sería 'todos atrás y pelota al bueno para que marque'. Todo lo que salga de ahí, le molesta.

Los equipos de Capello son tácticos pero sólo para defenderse. El italiano se desgañita si los centrales de descompensan o los laterales suben demasiado. Odia el taconazo y la rabona. Y se conforma con ganar 1-0.

Por eso ha fichado sobre seguro, sin pensar en el bloque ni en el futuro. Ha preferido la experiencia de un central de 33 años (Cannavaro), el olfato de un delantero contrastado como Van Nistelrooy (30 años) o la brega de Emerson (30 años más). Sumados a los Raúl, Beckham, Roberto Carlos, Michel Salgado o Ronaldo, hacen que este Madrid huela más a geriátrico futbolistico que a ilusión. Sólo Reyes y Diarra podrían calificarse de apuestas de futuro.

Total, un dineral invertido que, en el mejor de los casos, dentro de dos años ya no servirá para nada. Un farol para intentar ganar algo en su primer año que puede que le salga bien a él. Quizá gane algo, sí, pero a costa del dinero, el aburrimiento y la ausencia de futuro de un club que tiene migas para hoy pero al que se le intuye mucha hambre para mañana.

A este Madrid no lo salva ni Capello

Corren malos tiempos por el Bernabéu. La ilusión por el cambio se ha esfumado en dos partidos. Ni el nuevo presidente ni los fichajes de su flamante director deportivo Pedja Mijatovic han hecho desvancerse la sensación de equipo a la deriva que transmite el Madrid post-galáctico. Un panorama desolador que no parece capaz de cambiarlo ni el látigo del otrora salador Fabio Capello.

No es extraño. Capello es un buen técnico pero no es un virtuoso. La herencia florentiniana es todavía una losa demasiado pesada. Jugadores caros y acomodados que valen más por el nombre que por su calidad futbolística.

A ello se suman fichajes populistas y muy caros. Jugadores -salvo contadas excepciones- acordes con lo que ya hay en el vestuario: viejos, ricos y en decadencia.

Un panorama poco alentador que se endurece con la derrota de Lyon y al que Capello debe poner remedio ya. El italiano, que en otras circunstancias ya se ha erigido en salvador de equipos grandes, estará pronto en el ojo del huracán. La prensa y el público del Bernabéu van escasos de paciencia y hambrientos de ilusión. Y el juego del equipo, hoy por hoy, desquicia más que ilusiona. Esa es una combinación muy peligrosa.

Pero lo peor de todo es que Capello no parece capaz de enderezar el rumbo del equipo ni con todo el tiempo del mundo. Este Madrid, ni jugando mal gana. Y eso en un grande no se perdona mucho tiempo. Al sargento le crecen los enanos. Después de las espantada de Turín, el fundamentalista del catenaccio, parece condenado a caer víctima de sus propios métodos. El doctor Fabio es incapaz de curar a este enfermo. Un enfermo que, sin su rudo arquitecto, tomará tintes de enfermo crónico...

13 septiembre 2006

La selección, un equipo a imagen y semejanza de Luis Aragonés

Si se mira con distancia, el titular no es ni bueno ni malo. No está ni a favor ni en contra del 'Sabio'. Simplemente expone una idea y es que la selección española juega a imagen de su entrenador. Eso, dicho de un virtuoso sería todo un halago. Cuando el modelo es gris y anquilosado, el resultado no es precisamente el éxito.

Luis Aragonés es un entrenador con muchos kilómetros a sus espaldas. Un técnico de la vieja escuela, listo, incluso resultón pero para nada es el modelo de entrenador que necesita un equipo de primer nivel, un equipo que quiera abonarse al éxito.

De entrada, Luis no juega a nada. Su esquema es indefinido. Tan pronto aboga por el talento y mete a Xavi, Cesc y Alonso juntos como se achanta y copa la medular de medios defensivos.

Presume de tener carácter pero es incapaz de sentar al peor Raúl, el auténtico lastre de la selección, y le inventa un 4-3-3 que aplica sin extremos natos. Todo para que no se le revolucione el gallinero, para tener al gallo contento.

Tan voluble es el entrenador que presenta la dimisión y dos horas más tarde cede a las súplicas de vete a saber quién para seguir en el cargo.

No es extraño que ante tanto devaneo de su diseñador, la selección española no sepa muy bien a qué jugar. Todo esto se refleja en el campo donde una pléyade buenos futbolistas son incapaces de hacer una piña, de enfocar un objetivo.

Cuando juega la seleccion nadie parece disfrutar. Quieren ganar, sí, pero a disgusto, como haciéndolo de una manera en la que no creen. Y eso, para un equipo que vive siempre atenazado por la exigencia y ansioso por unir a la grada desde el césped, es demasiado peaje.

Esta selección, a imagen y semejanza de Luis Aragonés, tiene su mismo futuro: una cómoda, vieja y gris mediocridad.

04 septiembre 2006

Fauna culé (VI): El anti...

Hay un tipo de culé que se define más por sus fobias que por sus filias. Se trata del 'anti-'. Un tipo un pelín obsesionado con el rival que, más allá de su barcelonismo, preferiría que perdiera ese al que odia antes incluso que la victoria de su propio equipo.

Contra lo que pueda parecer hay muchos tipos de 'antis', aunque el que se lleva la palma es el anti-madridista. Para este tipo de culé lo mejor que puede pasar es que pierda el Real Madrid. Odia por sistema todo lo referente a ese equipo y no es raro oírle decir que "ojalá se estrellara el avión que lleva a ese equipo con todos sus jugadores dentro". En su odio suele mezclar razones políticas y siempre apela al pasado para explicar la bajeza de ese club.

Otro 'anti' recurrente entre la masa culé es el anti-espanyolista. El Espanyol es el eterno rival ciudadano y, aunque casi nunca ha terminado la Liga por encima del Barça, es odiado con ensañamiento por muchos culés.

Estos dos grupos forman el grueso más llamativo de 'anti-algo' que pueblan el Camp Nou pero hay muchos otros pequeños 'antis' que históricamente han ido expresando sus nobles sentimientos entre la masa culé. Ha habido los anti-Julio Salinas, los anti-Cruyff, los anti-Núñez, anti-Zubizarreta, anti-Bakero, etc.

Personas, en definitiva, que definen una parte importante de su barcelonismo negando algo o a alguien contra el que sienten un odio compulsivo. Es así...

31 agosto 2006

Fauna culé (V): El viajero (culé)

Si bien es cierto que hay que ser siempre fiel a los colores, hay aficionados que llevan esa máxima al extremo. Un buen ejemplo de ello es el 'culé viajero', ese que aprovecha sus vacaciones para hacer turismo y, de paso, hacer un poco de proselitismo blaugrana.

Un claro exponente de este estereotipo lo tenemos en la foto de al lado. Un culé estándar viaja al África negra, se coloca un gorro típico de la zona y se hace una foto con un lugareño al tiempo que le obliga a sujetar juntos una bufanda del Barça.

A estos aficionados les satisface mucho entablar relaciones con otras culturas cuando viajan utilizando como vínculo el Barça. '- Ronaldinho, Ronaldinho...', puede ser una frase puente, un punto de partido a una amistad duradera y fiel con alguien que vive a miles de kilómetros del Camp Nou.

Al viajero culé también le gusta fotografiarse con motivos blaugranas en situaciones y escenarios pintorescos. Es una especie de reafirmación de su barcelonismo, un ritual para la historia y un trofeo digno de ser enseñado.

Este tipo de aficionado es muy observador y cuando viaja está siempre atento a los símbolos y a las señales que le recuerdan al club de sus amores por lo que no es extraño que acaben encontrando los más inverosímiles signos de barcelonismo allá por donde pasen.

30 agosto 2006

Fauna culé (IV): El bebé

Aunque hace años que vivo y trabajo en el entorno culé, hay cosas que a uno nunca le dejan de sorprender. Como por ejemplo la tradición de bautizar en el barcelonismo a los recién nacidos apenas llegan a este mundo convirtiéndolos en otro exponente de la fauna: el 'aficionado bebé'.

El aficionado bebé tiene innegables paralelismos con el 'aficionado animal'. Incapaz de valerse por sí mismo y asimilando el cambio de estado de la placenta al mundo exterior, ve como el padre o el abuelo culé aprovecha esos momentos de confusion para colocarle todo el merchandaising que el hombre tiene a mano mientras proclama a voz en grito: 'Fulanito/a ya es culé'.

Obviamente, el ser que acaba de nacer y que apenas está aprendiendo a respirar no entiende nada y se deja hacer a la espera de que se le pase el ataque al culé. En muchos casos -conozco uno muy de cerca- el bebé cuando se hace adulto acaba detestando el fútbol y lo último que quiere saber los domingos por la tarde es cómo ha quedado el Barça.

Fauna culé (III): El animal

No podía faltar en esta colección de fauna culé el aficionado animal. Un aficionado que combina su pasión por el Barça con el amor por las mascotas.

El aficionado animal suele tener un perro o un gato que, en su infinita paciencia, se deja hacer de todo con tal de satisfacer a su amo. Y entre este 'de todo', lógicamente, entra dejarse vestir, pintar, tatuar con motivos azulgranas varios (ver foto).

El aficionado animal es inofensivo y resulta hasta pintoresco. Por sus ocurrencias despierta simpatía aunque más de una mascota se habrá acordado de sus ancestros en mitad de una sesión de cambio de imagen...

Pastel de fútbol


Sí, esto es un pastel de kiwi y nata con forma de campo de fútbol que he encontrado por casualidad en el Google Images. La inscripción no sé que significa...

Gracias Laporta por ser un buen presidente y, además, por parecerlo

Si nos fijamos en los resultados, fríos y objetivos, el mandato de Joan Laporta al frente del FC Barcelona se podría calificar de éxito roundo. Se encontró un club enfermo y segundón y, al frente de una directiva joven, ha conseguido unir al barcelonismo, sanear económicamente el club y devolverlo a la senda del triunfo. Pero el éxito de Laporta no ha sido sólo de resultados, ha sido también el éxito de las formas.

Desde que el culé moderno tiene memoria, desde los orígenes de Núñez hasta hace bien poco, el perfil del presidente del Barça era un perfil gris. Un hombre de negocios de buena familia con aires despóticos y poca verborrea. Un tipo inteligente, sí, pero poco hábil con los medios, amigo del amiguismo, con facilidad para mentir y un tanto ególatra. Un perfil que conectaba poco o nada con la masa de barcelonistas que lo aceptaban con resignación democrática.

La esperanza del aficionado era que la buena gestión en los despachos llevara a un buen desarrollo deportivo y, como fin último, éxitos. Siendo así, no importaba si el presidente era gris o verde, si sabía hablar o no. Esto fue lo que salvó a Núñez en el último tramo de su larga presidencia, la fama de 'gran profesional'. A Gaspart ni eso.

Por eso la llegada de Laporta es más que un cambio de ciclo, más que el éxito de los resultados. Laporta es un cambio de aires. El presidente del Barça, con sus desaciertos (que los hay), es un tipo que sabe hablar, que tiene unos valores claros y sabe transmitirlos con coherencia, una cara afable que gusta a la cámara, un hombre educado que sabe administrar las dosis justas de simpatía e inteligencia para llegar a la gente con una imagen traslúcida y amable.

Ni Núñez ni Gaspart consiguieron eso nunca. El primero parecía un niño grande metido a entrenador. El segundo, una especie de ultra descerebrado cuyo rostro parecía el peor enemigo de la cámara. Y ambos, como si hubieran ido a la misma escuela, despertando siempre recelos. Laporta, con sus aciertos y sus errores, supone una ruptura con ese perfil de presidente, una ruptura con ese pasado. Laporta no sólo es buen presidente sino que además lo parece.

Fauna culé (II): El pesimista

Hay entre los culés un estereotipo que se remonta a tiempos muy remotos. Se trata del pesismista incorregible.

En los últimos años, sobre todo después de Cruyff y ahora con Rijkaard, el seguidor del Barça se ha acostumbrado a que su equipo juegue bien y además gane. Pero lo cierto es que durante mucho años el Barça no sólo no jugaba siempre bien sino que además apenas ganaba nada. De esos tiempos oscuros nace el perfil del pesimista. Un perfil que sigue vivo en nuestros días.

El grito preferido del pesimista es el clásico 'Ay que patirem avui'. Es el canto al sufrimiento, desatado justo cuando el rival materializa su primera ocasión de gol.

En un breve ataque de positivismo incontrolado el pesimista puede esbozar el 'Aquest any, sí', eterno canto a la esperanza que se estrenaba en el Gamper contra un segundón de renombre y duraba cuatro jornadas, justo hasta que el pesimista veía que la distancia con el líder era ya insalvable.

El pesimista culé nunca está tranquilo. Si bien no es furullero, siempre ve las pegas antes que los aciertos y no descansa hasta que el árbitro pita el final. Aunque su equipo vaya ganando 4-0. Un tipo digno de estudio que seguramente no es sólo patrimonio de la fauna culé sino de la catalana, por no decir de la humana...

Fauna culé (I): El tribunero gritón

Entre los culés, como en toda asociación humana de amplio alcance, hay una gran variedad de especímenes que, si bien se sienten unidos por el amor a unos colores, pueden llegar a diferir en prácticamente todo lo demás.

Pues bien, entre los culés, un especímen muy curioso es el que habita en la tribuna del Camp Nou los días de partido: El tribunero gritón. El perfil medio sería un hombre de entre 50 y 70 años, de condición acomodada, fumador de puros y hábil como pocos en el dudoso arte del insulto.

Suele ser un individuo con una importante capacidad pulmonar y destaca por ser un eterno insatisfecho. Al tribunero gritón le molesta todo. Puede gritar a un jugador de su propio equipo, al árbitro (por sistema), al entrenador por levantarse a dar órdenes o a un aficionado de su propio equipo que está en la otra punta del estadio.

Aunque dispone de todo un arsenal de tacos e insultos varios, el grito preferido del tribunero gritón es 'Burrrrrruuuu'. Así, alargando la 'r'. En su exigencia infinita, el tribunero gritón sólo está sartisfecho si su equipo gana, jugando bien (sin errores) y por más de dos goles de ventaja (sea quien sea el rival). Todo lo que no alcence ese objetivo es para él digno de insulto.

La verdad es que detesto a este tipo de aficionados. No sólo no me identifico con ellos (los veo como seres de otro tiempo) sino que su actitud me parece una vergüenza para el fútbol y el deporte en general, su inteligencia de mosquito un insulto al género humano y su afiliación culé (aunque no creo que animen a nadie) una carga con la que tienen que convivir el resto de aficionados del Barça.


29 julio 2006

El ciclismo ya no me interesa

Para ser sinceros, nunca me interesó mucho, la verdad. Pero ahora menos, tan menos que casi es nada. Los escándalos de dopaje que sacuden a este deporte casi extremo han hecho que los aficionados al deporte, sobre todo los que creen en sus valores, se hayan sentido extrañamente decepcionados por los devaneos con las drogas de estos ciclistas ávidos de fama.

Seguramente no son los únicos que lo hacen. Sí, seguramente en todas las disciplinas juegan con líquidos, pastillitas y alguna que otra jeringuilla para mejorar el rendimiento de los deportistas pero es en el ciclismo donde se están cebando los escándalos.

El último el del ganador del 'Tour más limpio', el norteamericano Floyd Landis quien, todavía estaba celebrando la proeza con champagne cuando se hizo público que sus niveles de testosterona no eran normales. El corredor asegura que su metabolismo es el causante del desfse pero ya nadie se lo cree.

Y es que desde ya, todos los ciclistas están bajo sospecha. Es una pena, las gestas a las que nos acostumbró Indurain para acercarnos un poco a este deporte, también. Lo que hizo Armstrong ya no parece la superación de un hombre y nada más. En fin, que entre unos y otros se están cargando a este deporte.

Y uno se pregunta... ¿no sería más fácil hacer carreras de dos semanas en lugar de tres, hacer etapas de 70 km en lugar de 210?

12 julio 2006

El mundial... ¿por qué es cada cuatro años?


El sueño terminó. Para los que nos gusta el fútbol, el día después de una final de la Copa del Mundo es un día extraño. Uno casi se acostumbra a ver partidos cada dos días y cuando todo termina entra una especie de resaca, mezcla de morriña y empacho, que cuesta de digerir.

Es cierto que el Mundial de Alemania no pasará a la historia por su belleza futbolística. El espectáculo fue de más a menos y cuando empezaron los cruces decisivos prácticamente desapareció (con excepciones ilustres como el Alemania-Italia).

Pese a todo, un Mundial es un Mundial. El glamour que envuelve al torneo, la historia que transmite, el peso de los jugadores, los equipos, las camisetas, hacen de este evento algo único e irrepetible. Algo tan especial que a uno le entran ganas que sea cada dos años...

10 julio 2006

La mala cabeza de Zidane

Una vez más, la cabeza, su mejor arma, se le volvió en contra a Zidane. En unos minutos caprichosos, el astro galo pasó de despedirse como un héroe, a salir del fútbol por la puerta de atrás, señalado por la opinión pública, con la etiqueta de 'sucio' colgando de su venerable camiseta.

Zidane perdió los estribos y, en el minuto 11o de la gran final del Mundial de Alemania, le propinó un cabezazo en todo el pecho al central italiano Materazzi. Un testarazo que sólo vio el árbitro gracias a que su cuarto ayudante, para más señas el único español de la final, el señor Medina Cantalejo, lo vio en la televisión y avisó raudo para que se ajusticiara a 'Zizou'.

No era la primera vez eso a Zinedine. Hace seis años, en la Liga de Campeones, la Juventus se enfrentaba al Hamburgo y un cabezazo de un francés con coronilla llamado Zidane al alemán Jochen Kientzle le costó al galo cinco partidos de suspensión. Era el 24 de octubre del 2000.

Pero es que llovía sobre mojado, porque en aquél partido Zidane regresaba a la Liga de Campeones después de ser expulsado contra el Deportivo de La Coruña, el 26 de septiembre en ese mismo estadio, esa vez por doble tarjeta amarilla.

La expulsión del 2000 le costó a 'Zizou' cinco partidos de suspensión y contribuyó al fracaso del Juventus, que fue apeado de las competiciones europeas en una temporada en la que también cedió el 'Scudetto' a la Roma. Con ese cabezazo Zidane perdió también el "Balón de Oro" al mejor jugador europeo, otorgado en diciembre de 2000 al portugués Luis Figo, ya en el Real Madrid, y se dice que enturbió sus relaciones con el Juventus.

"Siento mucho lo sucedido... Lamentablemente, la combatividad me llevó a una reacción instintiva, dictada por el nerviosismo del momento", dijo entonces.

En Berlín, tras ser expulsado por el argentino Horacio Elizondo, Zidane se fue a los vestuarios como quien entra en las catacumbas. La magia se le fue por la frente a uno de los jugadores más grandes que han pisado un estadio de fútbol. Así concluye la historia de un mago del balón que tenía en su mente y su visión su mejor virtud, pero también su peor defecto, la mala cabeza del genio. Que eso no emborrone todo lo bonito que nos dejó...

03 julio 2006

Maradona, gran jugador... pésimo comentarista

El fútbol es genética. Tiene que ser genética. Si no, no se explica que el que fuera el jugador más clarividente de todos los tiempos sea incapaz de transformar esa sabiduría en palabras, aunque sean simples frases cortas, pero palabras.

Maradona ha comentado el Mundial en la cadena española 'Cuatro' al lado del periodista Julio Maldonado, una enciclopedia con patas en materia balompedística, y del buen narrador Carlos Martínez. Y decimos 'comentar' por decir algo porque el argentino fue incapaz de aportar nada reseñable en ninguna de sus intervenciones.

Más que nunca se demostró aquello de "zapatero a tus zapatos". Haber sido buen futbolista para nada garantiza ser buen comentarista de fútbol y, lo que es más curioso, tampoco garantiza ser un buen analista de lo que pasa en un terreno de juego, de lás tácticas, de las dinámicas internas, de los secretos que nadie ve pero que ocurren. Daba pena escuchar a Diego a remolque de Maldini, como un eco, repitiendo a cada rato lo que el bueno de Julio apuntaba.

Una pena que sorprende todavía más cuando se constata que el ex astro tiene sangre argentina corriendo por su laringe. Un valor seguro cuando se trata de hablar, de lo que sea, pero de fútbol sobre todo. Y si no que se lo pregunten a Valdano, Cappa y tantos otros, pasando incluso por el panadero de mi barrio. En fin, será que el fútbol es genética y que no siempre uno sabe explicarse lo que pasa. Ni a los demás, ni a uno mismo...

El Real Madrid, un enfermo muy enfermo

Después de unas elecciones bochornosas, el Real Madrid ya tiene nuevo presidente, Ramón Calderón. Han sido días de vergüenza ajena, de reproches y mentiras, de descalificaciones y malas artes que han terminado con el escándalo de los votos por correo sin resolver y con un presidente electo con sólo 242 votos más que el segundo candidato más apoyado, Juan Palacios.

Un panorama poco alentador para unos socios desanimados después de la cobarde salida de Florentino Pérez de la presidencia y de la mediocre gestión de Fernando Martín. Ramón Calderón aparece ahora como el candidato menos malo para reconducir la situación de un equipo enfermo de gravedad que no presenta síntomas de mejoría por muchas dosis de ilusión que la prensa se empeña en administrarle.

Con el repeinado Mijatovic en los despachos y el látigo de Capello en el vestuario, Calderón espera reconducir el barco a la deriva que es el Madrid. Pero antes del problema deportivo -el auténtico mal de los blancos- el presidente tiene dos graves escollos que superar. La resolución judicial por el escándalo de los votos (que podría terminar quitándole la presidencia en favor de Palacios) y la división generada tras la elecciones, con tres candidatos superando el 20% de los votos cada uno.

Si logra limpiar el ambiente, tras la bruma, Calderón se topará con el verdadero mal del Madrid: el primer equipo de fútbol. El Real Madrid es hoy un equipo plagado de estrellas en franca decadencia como Ronaldo, Roberto Carlos, Raúl, Michel Salgado o Helguera, estrellas que no lo son tanto como Beckham, Baptista, Cassano o Robinho y huecos por llenar como el que deja Zidane. Entre tanto desbarajuste sólo los Casillas, Cicinho, Sergio Ramos y un poco Guti parecen capaces de integrar el esqueleto del nuevo equipo.

Un esqueleto al que Mijatovic y Calderón no se cansan de añadir nombres con tanta solera como Robben, Cannavaro, Chivu, Cesc o Kaká. La pregunta es: ¿Cómo darán puerta a los galácticos que han de dejar sitio a la savia nueva? ¿De dónde saldrá el dinero que permetirá el relevo? ¿Podrán fichar a 'ingleses' sin arruinarse? ¿Encajarán las nuevas estrellas en el viejo molde? Muchas preguntas para un proyecto que empieza. Y lo peor es que, aun trayéndolos a todos, tampoco su llegada es garantía de títulos y resultados. Lo dicho, el Madrid es un enfermo muy enfermo. Veremos si Capello, Mijatovic y Calderón son capaces de sacarlo de la UVI...

El por qué de la desaparición de Ronaldinho

Esta es una historia triste. Seguramente -con permiso de Zidane y su vil despedida-, la historia más triste del Mundial de Alemania. Terminó el Mundial y la mala noticia es que Ronaldinho apenas apareció. El crack del Barça, la sonrisa del fútbol, apenas brilló en el que se preveía su Mundial, su campeonato y el de Brasil que, dicho sea de paso, tampoco se acercó siquiera al Brasil que todos habíamos imaginado.

Sembrada de nombres pomposos, la canarinha parecía destinada a ganar antes incluso de vestirse de corto. Kaká, Ronaldo, Cafú, Emerson, Adriano, Robinho, Roberto Carlos, Dida, Lúcio... y Ronaldinho, claro. Sobre el papel un equipo irresistible que pagó muy caro no cuplir una máxima del fútbol: ser un equipo.

Y es que Parreira fue incapaz de conjuntar a tanto nombre y tanta estrella, empeñadas en brillar cada una por su lado, la galaxia amarilla se diluyó en el cosmos futbolero como un azucarillo en una taza de café.

Por ahí va la primera clave que explicaría la desaparición de Ronaldinho. Entre tanto crack, el balugrana se vio obligado a repartirse el protagonismo donde más le gusta, en el campo. A ello ayudó sin duda el planteamiento del técnico brasileño, Parreira, que apostó por una delantera estática formada por Ronaldo y Adriano, en lugar de buscar la movilidad de los Robinho, Cris o Ricardinho.

Sin aliados, Ronaldinho demostró que es mucho menos jugador. Como dijo Valdano, seguramente el Gaúcho necesita más al Barça que el Barça al Gaúcho.
Ya tenemos pues otra razón más para explicar su desaparición. Pero hay más.

Sacrificado tácticamente, sin aliados en el campo que le tiraran desmarques y sin apenas cuota de balón, el propio Ronaldinho certificó su desaparición con lo único que se le puede achacar a él: se volvió dócil y cayó en la más grande de las tristezas. Ahí pecó el genio. Se dejó convencer del sacrificio táctico que debía asumir y se quitó de enmedio sin rechistar.

Cuando la máquina francesa se cruzó en el camino de los pentacampeones, Ronaldinho hacía días que ya no sonreía. Tan ausente estaba que cuando intentó volver de su ensimismamiento para sacar a Brasil del sopor, ya era demasiado tarde. Francia apeó a los campeones y nos dejó sin Ronaldinho. Una pena, una historia triste que no tiene un único culpable. ¿O tal vez, en el fondo, sí?