Madrid-Barça, un choque de culturas marcado por las lesiones, el liderato... y el cagómetroContraataque y juego aéreo, los peligros del ChelseaAndrés Iniesta, el nuevo ZidaneLa gran diferencia entre el Barça y el Real Madrid : Desde la red

30 abril 2009

Madrid-Barça, un choque de culturas marcado por las lesiones, el liderato... y el cagómetro

Ni Guti ni Sneijder ni Pepe, claro. Robben y Heinze, 'tocados'. Al bueno de Van Nistelrooy ya ni se le recuerda con la camiseta blanca... Hay que reconocer que el parte de bajas del Madrid de cara al clásico es imponente; hasta seis posibles titulares.En el lado azulgrana, la lista es menor pero más localizada. Márquez y Milito son dos agujeros en el centro de la zaga de Guardiola.

Sin embargo, el desgaste físico de unos y otros no admite comparación. El Barça se juega la vida en tres competiciones y juega una final cada tres días, el Madrid lo centra todo en la Liga a esfuerzos semanales.

Lesiones y calendario son dos elementos que jugarán de tapadillo en el clásico pero el partido llega marcado también por otros imponderables. El Madrid llega con la inercia del que remonta, enarbolando de nuevo la bandera del espíritu de Juanito, jugando feo pero ganando, incluso con épica.

El Barça sufre las embestidas de la Brunete mediática, siempre empeñada en instalar el cagómetro en Sant Joan Despí, donde lo que predomina es el sol y las risas. El estilo del Madrid no vende, por lo tanto solo queda vender sus resultados. Mientras, la periferia mediática catalana se debate entre creer y no creer, demasiado sensible a los fantasmas de siempre.

Espíritu de remontada y entornos mediáticos, dos imponderables que también juegan y que avivan el debate que mejor define este Madrid-Barça: el choque de estilos. Más que nunca, dos estilos chocarán el sábado en el Bernabéu. El Madrid de Juande, belicista y rudo, defensivo y contragolpista se enfrentará con el Barça de Guardiola, directo y dominante, insultantemente ofensivo y plástico, tanto que a menudo piensa más en los medios que en el fin.

Peso pesado contra fino estilista, un ninja contra un luchador de sumo. ¿Quién ganará? El sábado lo veremos...

28 abril 2009

Contraataque y juego aéreo, los peligros del Chelsea

Partidazo en el Camp Nou. El Barça recibe al revivido Chelsea de Hiddink con la esperanza de encarillar la semifinal de la Champions antes de viajar a Londres la semana que viene. El equipo inglés, el preferido por muchos antes que el Liverpool, llegará al Camp Nou con la lección bien aprendida después de ver el meneo que le dio el Barça al Bayern en cuartos.

Lo cierto es que el equipo de Abramovich no tiene nada que ver con aquel deslabazado equipo alemán que se paseó con más pena que gloria por el césped de la catedral culé. El Chelsea, como advirtió ayer Cruyff, puede ser tan rápido o más que el Valencia y su contraataque, con gente como Anelka, Drogba, Lampard o Ballack, igualmente demoledor.

Los ingleses saltarán al Camp Nou con respeto pero sin miedo y plantearán un partido de 180 minutos, defendiéndose y esperando el partido de vuelta, sabedores de que Stamford Bridge puede ser el fortín ideal para hacerle una encerrona a este Barça tan escurridizo.

Hiddink es un reputado estratega y jugará sus bazas, seguro. La más evidente es el juego aéreo. Haría bien el Barça en no forzar faltas ni córners cerca de su área. Drogba, Lampard, Ballack o Terry son excelentes rematadores de cabeza, precisamente el punto más débil de la defensa azulgrana, como se vio el sábado pasado en el primer gol del Valencia.

Será un choque duro, entre dos de los imperios futbolísticos más sólidos de la Europa actual. Si el Barça utiliza bien sus armas, puede encarrilar una eliminatoria que, sea como sea, se tendrá que decidir, ya lo avisó Xavi, en Londres la semana que viene. Disfrutemos pues del primer round...

23 abril 2009

Andrés Iniesta, el nuevo Zidane

El mundo del fútbol se puede dividir entre los amantes de las comparaciones y los que huyen de las comparaciones. Los futbolistas suelen ser del segundo grupo porque prefieren ser 'únicos' y los periodistas, solemos alinearnos en el primero.

Sea por mitología futbolera o porque nos ayuda a explicar las cosas, el recurso de la comparación es un arma recurrente que te asalta como te asaltan los tópicos: sin que apenas te des cuenta. En una de estas me pilló ayer el mago silencioso del Barça, Andrés Iniesta, un futbolista que crece cada día más vigoroso a la sombra de los Messi, Eto'o, Xavi, Henry... pero que sin hacer apenas ruido ya está, para mí y para muchos, instalado en el olimpo de los dioses del fútbol.

Ayer, con otro gol de maestro ante el Sevilla, con asistencias de las que solo él sabe dar y con sus regates y desbordes volvió a demostrar que va camino de ser un referente. A mí, personalmente, me recuerda en muchas cosas al gran Zinedine Zidane. Andrés todavía no tiene su liderazgo ni su capacidad goleadora pero su estilo me recuerda mucho al del mejor futbolista de la última década. Andrés Iniesta, don Andrés, es lo mejor que le podía pasar al fútbol... y al Barça.

14 abril 2009

La gran diferencia entre el Barça y el Real Madrid

Sí, voy a cometer el gran sacrilegio de olvidar por un instante una de las máximas del fútbol: 'ganar'. En los últimos años, el debate entre resultadistas y no resultadistas ha abierto un abismo que ejemplifican como nadie el Barça y el Real Madrid.

Los blancos enarbolan la bandera del resultadismo, apuestan por la victoria como único argumento y se entregan al 'todo vale' (incluso aburrir) con tal de ganar. Mientras, el Barça opta por la otra vía y, saltándose muchas veces el fin último (ganar, partidos y títulos), disfruta regodeándose en perfeccionar los medios.

Desde Cruyff, pasando por Rijkaard y ahora con Guardiola, el Barça apuesta por un estilo vistoso, elegante, casi excesivo en su apuesta ofensiva, hasta el punto de dejar casi en segundo plano el ganar. El Barça ha acostumbrado a su público a la excelencia, eso que Calderón pregonó pero nunca alcanzó, y parece empeñado en acercar el deporte rey a la categoría de arte.

El Madrid en cambio, ha apostado por buscar el mismo fin, la victoria, y nada más. Capello, Schuster, Juande... son directores de orquesta grises, inteligentes y efectivos, pero grises al fin y al cabo. Y sí, han alcanzado el éxito, pero un éxito sin brillantez.

Ahí radica la gran diferencia entre el Barça y el Madrid, en su propuesta para llegar al mismo fin. Dos mundos, dos filosofías, dos maneras distintas de entender el fútbol... y la vida.