Desde la red

Ronaldinho no está bien. Lleva todo el año siendo una sombra de sí mismo. Mantuvo al equipo con su puntería a balón parado durante las ausencias de Eto'o y Messi pero llega a este final de temporada fundido y sin atisbos de recuperación.

Todo empezó en el Mundial de Alemania a donde llegó envuelto en un aura de semidios, señalado por todos como el hombre a seguir y de donde salió por la puerta de atrás, vulgarizado y cansado, sin apenas dejar rastro de su brillo.

Desde entonces, no nos engañemos, Ronaldinho no ha vuelto a ser aquel 'mejor jugador del mundo' que conocimos. Lleva un año lleno de altibajos, maquillado por los 17 goles que ha conseguido en la Liga -sólo 6 en jugada-, pero sin desplegar el juego que maravilló a propios y a extraños.

Ya hay quien se aventura a decir que el astro no volverá a brillar nunca más como en sus primeros años, que no se cuida, que entrena poco, que sale demasiado, que sólo piensa en el dinero y demasiado poco en cuidarse. Ya hay quien optaría por venderlo al Milan...

La verdad es que es difícil conocer las causas de la debacle de Ronaldinho sin estar en su círculo más cercano. Los que lo tratan no se cansan de pedir paciencia, anunciando que el crack volverá. Y los que lo vemos apagarse día a día cada vez intuimos un futuro más y más gris para el que ha sido -y ya no es- uno de los jugadores más grandes de la historia.

Con 27 años, ¿le habrá llegado la hora de los homenajes a Ronaldinho?

Según publica hoy el diario Marca, el Real Madrid tiene apalabrado el fichaje de Javier Saviola. Un movimiento que escocerá en algunos sectores del barcelonismo pero que a mí me huele más a pataleta calderoniana.

Muchos son los jugadores que han cogido el Puente Aéreo en los últimos años aunque no todos han corrido la misma suerte. Entre los triunfadores estarían los Figo, Luis Enrique, Schuster... Nada que objetar. Eran jugadores muy cotizados cuyas idas y venidas dejaron huella -o más bien una herida- en sus clubs de origen porque se iban por voluntad propia y en pleno auge de su carrera.

Sin embargo, hay otros muchos casos de jugadores que se han ido al eterno rival por despecho -propio o de algún directivo demasiado visceral- y que no han acabado de triunfar tampoco al otro lado.

De hecho, esta es una vieja maniobra bien conocida en Can Barça. Recordemos sino los fichajes de Prosinecki o Hagi, jugadores que salieron del Bernabéu por la puerta de atrás y que no terminaron de cuajar nunca en el Barça. O los casos de Celades y Nando que hicieron el camino inverso para terminar calentando el banquillo del Bernabéu.

Algo parecido creo que le terminará pasando a Saviola, un jugador que ha vivido el lado opulento del fútbol pero que, penalizado por su físico menor y su estilo demasiado alejado del europeo, no ha terminado de explotar nunca en la Liga de la estrellas.

Mientras en Argentina Maradona intenta hacerle su último regate al alcohol, Leonel Messi engrandece la leyenda de ambos desde la lejana Barcelona, la misma que vio y disfrutó del Maradona jugador hace ya más de 20 años.

El Pibe de Rosario contribuyó anoche a la victoria del Barça ante el Getafe en la semifinal de la Copa. Un partido con un resultado de los de antes (5-2) y con un gol de antología, el primero de Messi, al que todo el mundo no tardó en comparar con aquel que Diego le metió a Inglaterra en el Mundial de México'86, para muchos el mejor gol de la historia.

“Vi espacio y encaré, como siempre”, resumía el propio Messi al término del encuentro como quien narra un viaje al baño. No era consciente de lo que había hecho, no sabía que allá por Argentina, en la tierra donde nació, ya le llaman 'Diego Messi'. No sabía que su leyenda ya se acerca a la del astro Maradona, ahora de verdad.

A sus 19 años, Messi está llamado a ser un grande entre los grandes. Todavía no tiene los títulos del 'Pelusa' pero por juego los tendrá. Y es que su desborde casi insolente, su afilada puntería y su confianza inquebrantable en sí mismo hacen que sea difícil ponerle metas. Un genio hecho realidad, una buena noticia para el fútbol...

Semana marcada por los penalties en la Liga donde el Barça se ha distanciado un poco más de sus perseguidores. Una semana sin grandes goles de los que destacan quizá estas cinco perlitas con Ronaldo otra vez en plan killer...

La Liga de las Estrellas se ha estrellado allá por las Islas Británicas. Esta semana el Chelsea de Mourinho y sus chicos echó al Valencia en el último minuto después de un zarpazo de Essien.

El tanto certificaba la caída del último representante español en la máxima competición continental. Sólo el Valencia de Quique ha sabido llegar a cuartos de final. Un dudoso mérito que ni Real Madrid ni Barça pudieron oler al quedarse apeados en unos descafeinados octavos.

Si los representantes de la Liga demuestran perder peso en Europa, los de la Premier League empiezan a sacar pecho. Chelsea, Manchester y Liverpool -el verdugo del Barça- ya están en semifinales. Sólo queda el Milan para salvar el honor latino. Pero para ello deberá deshacerse del líder de la Premier, el ManU de Cristiano Ronaldo, el mismo que humilló a la Roma por 7-1.

Así las cosas, haría bien el fútbol español levantando la vista de su castizo ombligo para dejar de autodenominarse la mejor liga del mundo. Ese mérito parece haber volado ya rumbo a Inglaterra. Veremos si el año que viene vuelven a cambiar las tornas porque hoy por hoy, las estrellas que más brillan hablan inglés y juegan al 'football'.