Ay ay Espanyol...
Hay un equipo por el que siento una extraña simpatía. No es un equipo puntero ni destaca en nada excepto en que se ha visto obligado a crecer y vivir casi siempre a la sombra de su gran rival ciudadano: el todopoderoso Barça. Quizá eso sea lo que me atrae del Espanyol, su aura de David contra Goliath.
Y quizá por eso me duele todavía más que un equipo de Segunda B, un histórico venido a menos como el Rayo Vallecano, apeara al vigente campeón de Copa en su campo y sin despeinarse (0-1).
No sirve decir que la Copa es un título menor ni que ahora se podrán concentrar más en la Liga. El Espanyol era el campeón y fue doblegado como un vulgar perdedor. Ya se veía desde la pretemporada que entre Sánchez Llibre, Francisco Herrera y Valverde estaban amasando un ente amorfo que apenas da para aspirar a mantenerse en Primera. Pero que el sufrimiento empezara tan pronto...
El Espanyol, este Espanyol, ha sido echado a puntapiés de la Copa. Y mientras eso ocurría, sus jugadores no mostaron el más mínimo orgullo. O le están haciendo la cama a Valverde o no tienen madera de equipo de Primera. Y me temo que es más lo segundo que lo primero. Ay, Espanyol, ay, que vas a estenar tu campo nuevo en Segunda División. Una pena...
1 comentario:
se nota mucho el cariño que le tienes al espanyol... a mí no me tengas cariño, por favor. :D
Publicar un comentario